Breve encuentro
Algunos de los que siguen este blog me han mandado mensajes para interesarse por mi ausencia de estos días. La cosa tiene una explicación:me he quedado sin ADSL tras romper relaciones con loschicos de Orange, que llevaban una temporada haciendo de las suyas.Ahora me voy a pasar a la competencia, pero entre una cosa y otra me voy a tirar un par de días dependiendo de la conexión telefónica, y así no es muy cómodo escribir: alguien llama, se desconecta el invento, se pierde la mitad de lo escrito...
En fin, no sé lo que va a durar esto.La semana pasada estuve en Eurodisney con mis sobrinos. No sé quien se lo pasó mejor, si los críos o su tía que, dicho sea de paso, detesta los parques temáticos. Pero esto es otra cosa. Hice el vuelo de Peter Pan, los viajes de Pinocho, me monté en un carrusel - y me hice un ´cardenal al bajar digno del mismísmo Vaticano -, recorrí el jardín de Alicia... en fin, la pasada. Los niños estaban alucinados, y yo también. Lo de entrar en el parque y ver el castillo de la Bella Durmiente es una regreso al pasado. Eso sí, no me quiero imaginar el parque en verano y en vacaciones: siendo entre semana y con un tiempo de perros estaba lleno de gente. Vamos, que no recomiendo a nadie pasarse por allí entre julio y agosto.
El fin de semana lo pasé en Santiago, con el equipo de "Al sur de la semana". Comimos mejor que bien y paseamos por la ciudad, que sigue siendo una de las más bonitas del mundo. Por cierto, felicidades al responsable de la iluminación nocturna de la Catedral y las plazas aledañas. No puede hacerse mejor.
Como no sé cuánto va a a tardar esto en irse a hacer puñetas, comento que he terminado "De nuevo, el amor", de Doris Lessing. Me gustó, pero no tanto como "El sueño más dulce", "El quinto hijo" o "La buena terrorista". Y ayer acabé "Instrucciones para salvar el mundo", de Rosa Montero, que me entretuvo mucho. Es una historia tierna y bien contada.
Ayer, firma en la Feria del Libro. Se me dio mejor de lo que pensaba. El encuentro con los lectores siempre es agradable, aunque sea en una tarde fría, desapacible y antipática. Vuelvo a firmar el próximo sábado por la tarde, y también el domingo. Ya sé que no todos los autores comparten mi opinión, pero a mí me gusta la Feria de Madrid.
Hoy, cena en casa de Mamen con Emma, Sagra y Susana, y la música de Pitingo de fondo. Mamen nos abre una botella de vino de reserva para regar la tortilla de patatas que manda mi régimen a freír espárragos. No tengo fuerza de voluntad, ni con la tortilla ni con las chocolatinas belgas. Evitamos dos temas espinosos: la crisis del PP - porque eso tiene ya poco comentario - y otro que se queda entre nosotras. De lo demás vale todo. Pasamos dos horas muy agradables y volvemos a casa justo a las doce. Cenicienta estaría orgullosa. Al llegar, Marcial está todavía trabajando en su libro: un tratado de Derecho Nobiliario que le ha encargadouna editorial. Dice que hoy lo acaba, así que voy a esperar con él. Cuando yo terminé mi primer libro estaba sola en casa, y no supe que hacer tras rematar la última página. Es bueno tener alguien con quien celebrar esas cosas. Sólo espero que no se haga de día!
Mañana, más, si telefónica lo permite.
En fin, no sé lo que va a durar esto.La semana pasada estuve en Eurodisney con mis sobrinos. No sé quien se lo pasó mejor, si los críos o su tía que, dicho sea de paso, detesta los parques temáticos. Pero esto es otra cosa. Hice el vuelo de Peter Pan, los viajes de Pinocho, me monté en un carrusel - y me hice un ´cardenal al bajar digno del mismísmo Vaticano -, recorrí el jardín de Alicia... en fin, la pasada. Los niños estaban alucinados, y yo también. Lo de entrar en el parque y ver el castillo de la Bella Durmiente es una regreso al pasado. Eso sí, no me quiero imaginar el parque en verano y en vacaciones: siendo entre semana y con un tiempo de perros estaba lleno de gente. Vamos, que no recomiendo a nadie pasarse por allí entre julio y agosto.
El fin de semana lo pasé en Santiago, con el equipo de "Al sur de la semana". Comimos mejor que bien y paseamos por la ciudad, que sigue siendo una de las más bonitas del mundo. Por cierto, felicidades al responsable de la iluminación nocturna de la Catedral y las plazas aledañas. No puede hacerse mejor.
Como no sé cuánto va a a tardar esto en irse a hacer puñetas, comento que he terminado "De nuevo, el amor", de Doris Lessing. Me gustó, pero no tanto como "El sueño más dulce", "El quinto hijo" o "La buena terrorista". Y ayer acabé "Instrucciones para salvar el mundo", de Rosa Montero, que me entretuvo mucho. Es una historia tierna y bien contada.
Ayer, firma en la Feria del Libro. Se me dio mejor de lo que pensaba. El encuentro con los lectores siempre es agradable, aunque sea en una tarde fría, desapacible y antipática. Vuelvo a firmar el próximo sábado por la tarde, y también el domingo. Ya sé que no todos los autores comparten mi opinión, pero a mí me gusta la Feria de Madrid.
Hoy, cena en casa de Mamen con Emma, Sagra y Susana, y la música de Pitingo de fondo. Mamen nos abre una botella de vino de reserva para regar la tortilla de patatas que manda mi régimen a freír espárragos. No tengo fuerza de voluntad, ni con la tortilla ni con las chocolatinas belgas. Evitamos dos temas espinosos: la crisis del PP - porque eso tiene ya poco comentario - y otro que se queda entre nosotras. De lo demás vale todo. Pasamos dos horas muy agradables y volvemos a casa justo a las doce. Cenicienta estaría orgullosa. Al llegar, Marcial está todavía trabajando en su libro: un tratado de Derecho Nobiliario que le ha encargadouna editorial. Dice que hoy lo acaba, así que voy a esperar con él. Cuando yo terminé mi primer libro estaba sola en casa, y no supe que hacer tras rematar la última página. Es bueno tener alguien con quien celebrar esas cosas. Sólo espero que no se haga de día!
Mañana, más, si telefónica lo permite.
Etiquetas: Doris Lessing, Eurodisney, Feria del Libro de Madrid, Rosa Montero